¿Qué es la Escuela de Infinitos y por qué está cambiando la forma de educar?
Conoce la revolución de las posibilidades infinitas
5/24/20252 min read
En la Escuela de Infinitos creemos que un mundo con más posibilidades comienza por cuidar las habilidades con las que nacemos. Por eso diseñamos experiencias educativas para que los adultos por fin entiendan realmente a los niños, aprendan a relacionarse con ellos sin agobio y los acompañen con respeto y confianza. A través de cursos, talleres y vivencias significativas, enseñamos a los adultos nuevas formas de relacionarse con la niñez centradas en potenciar las posibilidades de cada niño y niña.
El problema que nadie quiere ver
Debido a la carencia de material educativo que permita al adulto experimentar lo que sienten los niños, muchos adultos no comprenden el mundo infantil y, sin darse cuenta, anulan las habilidades naturales de niños y niñas —como la curiosidad, la resiliencia, la creatividad y la iniciativa espontánea—. Esto limita su desarrollo presente y futuro, genera crianzas agobiantes, profesores frustrados y niños restringidos. Como consecuencia, no solo surgen problemas psico-sociales y dificultades de adaptación en la adolescencia y adultez, sino que también se pierden capacidades esenciales para enfrentar un futuro incierto, como la innovación, la generación de ideas y la resolución de problemas.
¿Qué propone la Escuela de Infinitos?
Creamos experiencias transformadoras que desafían—y por eso funcionan—. En ellas, el adulto revive en su propio cuerpo la perspectiva de un niño. Cada vivencia desactiva patrones tradicionales de crianza y educación, y abre paso a una nueva forma de relación basada en el respeto, la confianza y la comprensión. El resultado: adultos menos agobiados y niños más autónomos, que conservan sus habilidades naturales para enfrentar los retos del futuro, como la creatividad, la resiliencia, la empatía, la espontaneidad…
¿Qué impacto genera esta mirada?
Nuestra propuesta reduce directamente prácticas violentas hacia la infancia, al lograr que los adultos valoren, comprendan y confíen más en el mundo infantil. Esto favorece la creación de vínculos más nutritivos, que permiten un desarrollo emocional, social y cognitivo más saludable en niños y niñas. Además, al crecer conservando sus habilidades naturales, los niños y niñas tienen más posibilidades —en el presente y en el futuro— para relacionarse, adaptarse, crear, transformar su entorno y abordar un futuro lleno de incertidumbre. Disminuimos el estrés en padres, cuidadores y docentes, mientras les damos herramientas para formar nuevas generaciones capaces de resolver los retos que nos esperan.